La sensibilidad ante la muerte, el dolor por la perdida de un ser querido, la reacción primera de negación de un hecho tan frustrante y abrumador. Quien reconoce a un amigo, a un hermano, al novio de una amiga, un conocido, un compañero de trabajo, un ex compañero de escuela, en una fotografía de una red social, como noticia caliente, no tiene tiempo de postear una imagen de su accidente por Facebook, no tiene deseos de leer en el Wall los mensajes dedicados a un ser que no puede reconocer de quien viene el texto del santo pésame, que los demás les brindan, simplemente, porque perdió la vida.
Es algo que no puedo entender, ya no es solo el morbo. El mismo morbo que me hizo buscar las imágenes de un reciente accidente en Santo Domingo para ver la impactante manera en la que quedó el auto. Entonces me doy cuenta en mi búsqueda fría de que en las redes sociales todo se ve peor. Lo que me impactó fue otra cosa, el automóvil partido en dos ya no era fenomenal. Al parecer ahora es "chulería", moda, cooleria, porque es "cool" anunciar la muerte de alguien a quien no conozco y quien no me duele, como reportero estrella de cadena televisiva, en mi estado en Facebook, Twitter u otra, bueno... quizá si es un conocido y todos tienen que enterarse que yo conocia al pana del accidente!! hello!!.
El hecho me obligó a reflexionar, a echar una miradita a mi misma y a preguntarme poniéndome en zapatos ajenos. A donde se fue nuestra cautela? Donde está la solemnidad y respeto a las almas de los muertos? La compasión y empatía con sus familiares? Por favor no me digan que los pésames ahora también van a ser cibernéticos, y que esta es la mejor manera de mostrar nuestras condololencias con quienes compartimos el dolor, como si se tratase de Michael Jackson o Cerati que son muertes y dolores que remuneran. No perdamos nuestra percepción de la realidad dejándonos robotizar por la conducta automatizada de la generación "informática". Dejemos que los medios de comunicación informen y que hechos como estos sean vistos para reflexionar si es necesario, pero no convirtamos el dolor ajeno en la comidilla de las redes sociales, en el tema de la noche, observemos teniendo cuidado que ya los mas importante estaban enterados.
Seamos mas selectivos y presentemosnos con nuestros amigos, íntimamente, con una llamada, una visita, un abrazo, un hombro. Ahorremosles a nuestros allegados que han perdido a alguien valioso, tener el recuerdo de la muerte y la desdicha plasmados en cada espacio propio, pues ya es suficiente con tenerlas retratadas en lo mas profundo de su ser, la muerte es asunto delicado, es quizá enigma sin resolver. Me excuso porque aparentemente no practico lo que predico tocando el tema en este preciso momento, siento que hago una denucia con mi mensaje de no mal utilizar los medios, al pan, pan y al vino, vino, no es preciso recordarles que esto es simplemente, un pensamiento en altavoz!
Ámbar Amelia